La magia de soñar
Es mi convicción de que todos los seres humanos nacemos con un potencial creador que, en los primeros años de vida, se expresa a través del juego y la imaginación. Algunas personas ya adultas logran, mal que bien, mantenerse conectadas con ese poder y otras, por diferentes circunstancias de la vida, se desconectan.
Cuando nos desconectamos de nuestro potencial creador o dejamos de escuchar los anhelos del alma, nos pasa que nos sentimos sin poder e incluso sin dirección, y nos movemos por la vida no para crear, generar, soñar, inspirar sino para mayoritariamente sobrevivir.
La magia vive en nuestros sueños y anhelos de corazón, en la capacidad de creer en ellos y echarlos a andar. La magia es posible si vemos que esos sueños que nos rondan, nos rondan justo para nacer a través nuestro; si no, elegirán a otro ser humano para nacer… porque hay sueños así, tercos, empeñados en nacer y hacerse realidad… sino fueran así, serían pura fantasía y eso ya es otra cosa.
No te ha pasado que tienes una idea genial que surge en otra persona al poco tiempo igual… pero esa otra persona sí la lleva a cabo y tú te quedas atónito viendo como le va de bien… Bueno, a mi me ha pasado y conozco a varias personas que también.
Así que atrévete a soñar. Sin calificar el sueño de grande o de pequeño, el tamaño de tus sueños no importa, (además, ¿quién juzga qué es un sueño grande, mediano o pequeño?), lo que importa es que le des alas a lo que está anidando en tu corazón y veas posibilidades para hacerlo realidad.
Los sueños para germinar necesitan como las plantas, buena tierra, agua, luz y sombra, nutrientes… etc, así que acuna tu sueño y date la posibilidad de hacerlo realidad ¿Qué sería lo peor que podría pasar?