Compartir es crecer

“Compartir es crecer”, esta fue la explicación que dio Ranjitsinh Disale cuando le preguntaron por qué compartir mitad de su premio como mejor profesor del mundo. En la ceremonia, sorprendido y emocionado, después de agradecer por ser galardonado con un millón de dólares por el Global Teacher Price 2020, dijo que compartiría mitad del premio con los otros 9 finalistas. La noticia sorprendió a todos los que observaban la ceremonia virtual. 

Ranjitsinh Disale es un profesor de una escuela tribal en la India. El premio lo obtuvo por lograr que el 100% de sus estudiantes mujeres permanecieran en la escuela y aprendieran, gracias a libros de texto que desarrolló en sus lenguas maternas y que podían descargar con códigos QR. Claramente, no le sobra el dinero. Pero este profesor entiende sabiamente que, al compartir, el también gana. Con ese acto, que nació de su corazón, no esperaba nada a cambio. Solo poder llevar felicidad y oportunidades a niños y niñas en todo el mundo. Esa felicidad se convertirá en su propia alegría, esa es su recompensa. 

Historias como éstas nos inspiran a ser mejores y a compartir lo que tenemos. Nos llevan a ver nuestra vida y pensar qué podemos dar a otros, para aumentar su bienestar. La Generosidad, ese acto de dar sin esperar nada, nos llena el corazón porque nos permite hacer a otros felices y, al verlos felices y saber que aportamos a ellos, nuestra propia felicidad aumenta. 

La Generosidad puede expresarse de muchas formas. Compartiendo lo que tenemos, donando a una causa que nos conmueve, regalando algo que sabemos que hará feliz al otro o simplemente escuchando a alguien cuando necesita nuestro oído sin juicios. La Generosidad nos abre puertas porque nos permite salir de nosotros mismos y ver a los demás, para cuidarlos y aportar a su bienestar. También, porque nos hace sentir la abundancia, nos permite entender que siempre tenemos suficiente e incluso más de los que necesitamos, que siempre hay algo que podemos dar a otros y que en ese acto también crecemos. 

Dar a otros nos llena el alma porque también recibimos en el acto. Cuando damos y nos permitimos entrar en el círculo del dar y el recibir, terminamos a veces ganando aun mas de lo que hemos entregado. Como lo dice Geshe Michael Roach, dar a otros es sembrar semillas que volverán a nosotros multiplicadas de maneras que ni imaginamos. Esto aplica para cualquier acto y cualquier intensión, por esto es mejor entregar solo semillas que querramos ver crecer también en nosotros. 

Dejémonos inspirar por la historia de este gran profesor, y salgamos al mundo a compartir lo que tengamos hoy, con la confianza de que todo volverá a nosotros multiplicado.


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