Amor Propio

Puede ser que haya mucho escrito sobre este tema, puede ser. Yo misma he leído cosas maravillosas así como otras llenas de lugares comunes que no aportan a preguntas que yo escucho con frecuencia. Algunas veces las formulan de manera explícita y la mayoría de las ocasiones de manera implícita. Preguntas tales como:

¿Cómo se que me estoy amando?,

Pero si yo hago un montón de cosas para mi…¿acaso eso no es amor propio?,

¡Pero yo si tengo autoestima…yo me siento orgulloso/a de mi, por ende si me quiero! ¿no es así?….

Y ¿para qué amarme?

Sabes que te estás amando cuando te cuidas; cuando sabes que harías por ti lo mismo que haces por las personas que más quieres; sabes que te estás amando cuando pones límites sanos sin necesidad de acudir a la rabia, el reclamo o la pataleta; sabes que te estás amando cuando te experimentas en completitud la mayor parte del tiempo (sino todo) y la guía en tu vida está en la coherencia contigo y tus valores.  Te amas cuando a pesar de tus errores y equivocaciones, eres capaz de reconocerlos, perdonarte y tratarte con cariño.  No porque a veces no te juzgues, sino porque sabes que quedarte en la auto-recriminación no agregará ningún valor.  Te amas cuando estás en actitud de gratitud para con tu vida y lo que te rodea, así no siempre las cosas hayan salido como las imaginaste. 

Por otra parte, hacer cosas por ti, te ayudará a conectarte con tu valor personal y con tu amor hacia ti ¡claro que sí! Pero puedes hacerlas y aún así no sentir amor por ti; en ese caso se experimenta como una tarea más en tu “check list”, desconectada del amor.   Por tanto, no se trata de hacer cosas de ti para ti solo por hacerlas, si no sientes amor, esas acciones pierden su propósito mayor. 

Escucho decir a mis clientes, pero yo si me consiento, me mando a hacer masajes, voy al gimnasio, me compro ropa bonita… Y la pregunta que sigue es: ¿y para qué lo haces? Usualmente la respuesta viene mezclada entre un “para quererme” y un “para que otros me quieran (o me acepten, etc)”… Y claro, todos buscamos algún grado de aceptación, pero si la estás necesitando para amarte a ti estás por el camino equivocado.

El amor propio es aquel que te dice que a pesar de que, algunos no te acepten e incluso no te quieran, tú si lo haces, tú si te quieres y tú si te aceptas.  

Este amor trasciende la idea de que debes estar orgullosa/o de ti. Condición necesaria más no suficiente. Cuando estás orgulloso de quien eres, habla de que tienes buena autoestima y que te valoras, a menos en aquellas áreas de las cuales te sientes orgulloso. El orgullo, está asociado al logro, y es super bonito sentirlo… hablo del orgullo no como arrogancia ni engreimiento, sino como quien se siente satisfecho por algo en su vida. 

Sentirte orgulloso ayuda a conectarte con la autoestima, pero no es amor propio, porque puede pasar que dejes de lograr ciertas cosas o que, de lo que te sentías orgulloso ya no puedas sentirte orgulloso, y entonces sucede que en su ausencia sientes que perdiste valor o ya no eres la misma…etc; 

En cambio, el amor propio en ese caso, te hablaría sobre cómo tu valor personal no está en lo que haces y logras sino en quien eres y la persona que te has convertido por esos logros alguna vez cosechados; el amor propio te diría que te quiere incondicionalmente, incluso cuando no llenaste los estándares tuyos o de alguien más. 

Y entonces, podrás llorar o incluso sentir rabia, y a la vez, de manera más potente, te podrás recoger en compasión hacia ti y tratarte con bondad y dulzura, sabiendo que siempre, siempre podrás resurgir. 

¿Entonces cómo saber si te amas? Empieza por ver cómo te tratas, qué tanto te conoces y cómo te cuidas. 

El amor propio es el regalo más grande que te puedes dar a ti y a quienes amas, pues te conecta con quien realmente eres y con aquello que vienes a irradiar hacia los demás. 

El amor propio es un camino luminoso hacia tu propósito y para algunas personas, un propósito en si mismo.

Anterior
Anterior

¿Qué es todo este ruido en mi cabeza?

Siguiente
Siguiente

El Plan de Vuelo de Tu Alma